3.
Tema 3: Movimientos
Migratorios.
3.1.- CONTEXTO
HISTÓRICO DE LAS MIGRACIONES Y SUS IMPLICACIONES SOCIOCULTURALES
Las migraciones. Concepto.
Son los desplazamientos de la población sobre la
superficie terrestre, de esta definición nacen dos denominaciones, una de ellas
es la emigración, la cual se da cuando la población sale del lugar de
nacimiento a otro, la misma puede ser externa o interna; y la otra es la
inmigración, la cual ocurre cuando la población ingresa a un país o territorio
en el cual no ha nacido.
En Venezuela existen dos migraciones: las internas y
las internacionales.
a) Migraciones Internas:
La población venezolana se desplaza de un estado a
otro o de una ciudad a otra, debido a varios factores: primero, la masa
poblacional busca áreas de mayor estabilidad económica, con mejores fuentes de
trabajo, para así obtener un nivel de vida más aceptable; y segundo, en los
núcleos urbanos existen mejores oportunidades educativas y efectivos servicios
públicos.
Un ejemplo de ello es el Distrito Federal, como
principal centro urbano de atracción poblacional de las zonas rurales, aparte
del Distrito Federal está el estado Miranda, el cual es una zona favorecida por
su cercanía a la capital del país. Asimismo las ciudades industrializadas en el
sur del país tales como Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana, en el estado Bolívar,
representando un centro de gran desarrollo industrial, así como también los
estados Aragua, Carabobo, Barinas, Portuguesa, Zulia y Lara, por presentar
actividades agrícolas y de manufacturas de gran progreso.
b) Migración Internacional:
En Venezuela se dio un gran auge en la migración
extranjera proveniente principalmente de Europa, antes y después de la Segunda
Guerra Mundial, debido a las exigencias del gobierno venezolano -durante la
dictadura de Marcos Pérez Jiménez- en cuanto al requerimiento de mano de obra
calificada, para el progreso de la economía.
De allí en adelante el ingreso de extranjeros al país
ha sido continuo, por otra parte han surgido migraciones de países vecinos, con
poblaciones que poseen un nivel de vida inferior al nuestro, lo cual origina la
entrada de muchas personas indocumentadas.
Desde el inicio de la vida de Venezuela como república
independiente y separada de la Gran Colombia, los gobernantes se plantearon la
necesidad de poblar el territorio para garantizar el crecimiento económico del
país.
Ya en 1831 fue aprobada la primera Ley de Inmigración,
cuyo propósito era estimular el ingreso de extranjeros que ayudaran con el
desarrollo agropecuario. Nuevos intentos se produjeron durante la presidencia
de Antonio Guzmán Blanco (años ochenta del siglo XIX) y ya entrado el siglo XX,
luego de la dictadura de Juan Vicente Gómez. Asimismo, en la Ley de Inmigración
de 1936 se ofrecían ventajas a los inmigrantes extranjeros, siempre y cuando
fuesen de raza blanca.
No fue sino después de la Segunda Guerra Mundial
cuando Venezuela experimentó una inmigración masiva. Entre 1948 y 1961, más de
600.000 extranjeros fueron cedulados por primera vez. La cifra total de
inmigrantes alcanzaba, según estimaciones, las 800.000 mil personas si se
consideraba a los indocumentados y a los niños. En orden de importancia, los
inmigrantes eran españoles (en su mayoría canarios y gallegos), italianos,
estadounidenses, colombianos y portugueses (un tercio de éstos, de la isla de
Madeira).
Aproximadamente una tercera parte de quienes entraron
al comienzo de ese período no se radicaron en el país. Entre los que se
quedaron se produjo un fenómeno que reforzó la concentración poblacional: en su
mayoría los inmigrantes no se distribuyeron equitativamente en el territorio
nacional, sino que se quedaron en las ciudades que crecían aceleradamente.
Según el censo de 1961, uno de cada tres trabajadores en el antiguo Distrito
Federal era extranjero.
Los primeros gobiernos de la era democrática
decidieron cancelar la política inmigratoria por considerar que ésta había
fracasado. La mayoría de los extranjeros se había quedado en las ciudades: muy
pocos se habían dedicado a la agricultura y, en lugar de fomentar el
crecimiento del sector industrial, se habían sumado al área del comercio y los
servicios.
Hasta 1973 la inmigración estuvo detenida casi por
completo. Apenas se registró un promedio de 13.000 personas anuales como saldo
migratorio (diferencia entre los extranjeros que entran al país y la población
que se marcha de él). Pero, a partir de ese año, y como consecuencia del boom
de los precios petroleros, sumado a una serie de grandes planes gubernamentales
de obras públicas, Venezuela volvió a ser un polo de atracción de población. En
esta etapa, la mayoría de los inmigrantes vinieron de otros países
suramericanos y del Caribe, en buena medida, sin seguir los canales regulares.
Posteriormente, con el fin de la bonanza petrolera y
el estallido de una gran crisis económica en los años ochenta, sectores de la
opinión pública comenzaron a dirigir frecuentes críticas a la elevada porción
de inmigrantes indocumentados, alegando que restaban oportunidades a los
venezolanos y agudizaban los problemas de vivienda y servicios públicos.
Para el censo de 1990, la cifra de extranjeros era de
1.023.259, lo que significó una reducción de más de 50.000 personas con
respecto a la medición de 1981. La tendencia continuó durante la década de
1990, pues el censo de 2001 reflejó que el porcentaje de nacidos en otros
países había caído de 5,7% a 4,4%. Ese porcentaje equivalía entonces a poco más
de 1.014.000 personas.
También es importante destacar las migraciones de
venezolanos hacia otros países del mundo. En este caso, las razones que han
motivado las emigraciones están relacionadas con asuntos de carácter académico
y profesional, como oportunidades de estudio en programas de pre y postgrado
universitario o de puestos de trabajo en empresas transnacionales. Este proceso
se afianzó a partir del llamado Viernes Negro (18 de febrero de 1983), que
marcó el inició de una fuerte crisis económica en el país. De esta manera,
muchas personas que salen al exterior a estudiar o trabajar no regresan a
Venezuela, fenómeno que se denomina fuga de cerebros.
3.2.-
ANÁLISIS
SOCIO-HISTÓRICO DE LAS MIGRACIONES EN VENEZUELA.
En un primer momento el proceso de migración en
territorio Venezolano tubo un fuerte impacto en la época de la colonización de
eso no existe duda. La llegada de los españoles y la inmigración forzada de los
negros africanos a tierras venezolanas constituyo en el tiempo una rica mezcla
multicultural aunque los españoles pretendieron imponer sus costumbres, con el
tiempo permaneció las distintas manifestaciones de los negros y de los
indígenas mostrando su resistencia a desaparecer como pueblo y como cultura.
En otro momento muy importante del proceso de
migración en Venezuela fue durante la primera mitad del siglo XX, Venezuela no
contaba con las grandes construcciones que en la actualidad podemos observar.
Antes de esto, sólo había pueblos, aldeas y caseríos que aun no habían sido
influenciados por el urbanismo, a excepción de Caracas, la cual, durante el
período de Gobierno de Guzmán Blanco, había dado inicio a la modernización, de
la capital con el fin de mejorar las comunicaciones, la educación y el confort
de una minoría.
Pero cuando los extranjeros, establecieron sus
empresas en Venezuela, captaron primero, que los venezolanos no estaban en
capacidad intelectual, debido a que su educación era baja, para participar en
las actividades petroleras; segundo, era una sociedad que podía adaptarse a
nuevos patrones culturales, que se manifestaran con la aparición de la economía
petrolera, los cuales al pasar los años se transformaron en dependencia
económica y marginalidad social, pues muchos inconscientemente nos convertimos
en consumidores de productos importados y aprendimos a vivir en construcciones
verticales que de alguna manera influyeron en nuestras relaciones
interpersonales, ya que la comunicación tradicional es muy poca, y que ahora
incluso distinta, producto de las innovaciones tecnológicas. Esto ha generado un
cambio en las costumbres del venezolano, debido a la motivación que los
estadounidenses, ingleses, etc., han inculcado en la población venezolana: a
vestirse, y a alimentarse como ellos. Al principio fue impuesta, luego fue
aprendida, tanto que aun sigue siendo muy común la imitación de las comidas
extranjeras en nuestro país. Al parecer nos hemos acostumbrado a consumir
alimentos ligeros, de fácil preparación (las hamburguesas, espaguetis, el pan y
los enlatados), desarrollando el comercio a favor de las empresas extranjeras,
el objetivo principal de la cultura petrolera: transformar la mentalidad de los
venezolanos, interesándola en la comodidad material, obligándolos a comprar
aparatos eléctricos, automóviles, etc., y convenciéndolos que todo esto es sinónimo
de libertad individual.
El petróleo causó cambios profundos en la población
venezolana, aceleró abruptamente su paso de una sociedad rural a una sociedad
urbana y se convierte en un factor decisivo en la construcción de un estado
rico y poderoso.
Con la actividad petrolera la población rural comienza
a emigrar a los campos petroleros y a las ciudades. Este fenómeno se conoció
como el éxodo rural. Se incrementaba con la esperanza de encontrar un modo de
vida, que aún cuando no fuese el mejor, sería más agradable que las precarias
condiciones de vida en el campo. Estos desplazamientos se debieron a: Una
actividad petrolera que generó fuentes de trabajo ofreciendo mejores
condiciones de vida e ingresos superiores a los de la actividad agrícola.
El Estado, debido a los ingresos (capital) que
entraban al país, producto de las exportaciones petroleras, destinó recursos
para la construcción de obras públicas, aumentó los servicios públicos:
escuelas, hospitales, entre otros. En las ciudades surgieron las industrias y
comercios que empleaban parte de los emigrados e igualmente en los campos
petroleros que se desarrollaron, necesitaban grandes contingente de mano de
obra. Este florecimiento de las ciudades por la acción del gobierno y la
capacidad de actuar como empleador es lo que motiva a la gente del campo a
abandonar e irse a las ciudades.
Migraciones externas.
Antes del cambio económico, en Venezuela las
migraciones exógenas eran pocas por no
decir, nulas. Estas se diferenciaban a través del tiempo, de la situación
económica del país de origen de estos inmigrantes, y de la política, no sólo la
de su país sino también la del lugar de asentamiento o llegada, ya que la idea
de tal migración era mejorar su nivel social. Las migraciones externas se
desplazan en las zonas urbanas, por poseer la mayor posibilidad de progreso.
"Los inmigrantes externos están diseminados por
todo el país, pero se concentran especialmente en los centros industriales y
mineros tales como Distrito Federal, Estado Miranda, Zulia, Aragua y
Carabobo". (Chen; 1968, 51).
Para 1950 distintos grupos de personas, provenientes
tanto del Continente americano: norteamericanos, colombianos, ecuatorianos,
argentinos, y del europeo: italianos, portugueses, españoles como del Medio
Oriente: árabes, de Asia: chinos, japoneses y del continente africano.
Durante este mismo año, la inmigración externa era de
461.584, de la cual el 19.1 % pertenecían a Colombia, el 24.6% italianos y el
29.3% españoles, los cuales representaban los principales grupos de inmigrantes
extranjeros. Algunos eran trabajadores técnicos y especializados que llegaron
junto con alguna empresa para trabajar en Venezuela; otros querían conseguir en
este país mejor trabajo y por demás un mayor ingreso, pero que no tenían
ninguna especialidad, y por último aquellos que pasaron a englobar a la
población inactiva. Para este año, tal movimiento fue positivo, pero años
posteriores se convirtió en un aspecto que dependía de la situación económica,
puesto que dependía de las perspectivas que existían en el momento.
Venezuela, podría decirse se convierte en la
"tierra de refugio", donde todo es solidaridad, amabilidad y respeto
e incluso, ya en 1936, dentro del programa de gobierno de Eleazar López
Contreras, uno de sus puntos principales era el de Inmigración y Colonización
en la que consideraba que la misma contribuiría a la formación de una población
fuerte y educada. Sin embargo para ello era necesario solucionar los problemas
higiénicos, laborales, de comunicación, educativos, comerciales y agrícolas,
por la que Venezuela atravesaba, para que la población extranjera gozara, de un
hogar confortable y que en lugar de estar distantes, puedan mezclarse con la
población nativa.
Migraciones internas:
De lo rural a lo Urbano. Tanto el gobierno como el pueblo
sufrirán los cambios que a raíz de la transición económica, basada en el
petróleo, tendrán que enfrentar, adaptándose no sólo al nuevo hábitat sino a la
nueva forma de vida, que por supuesto no se va a parecer en nada a la anterior.
Cuando se implantaron las compañías extranjeras, la
economía tradicional, es decir, la agropecuaria padecía una crisis, que
determinaba el estancamiento de toda actividad productiva y condenaba al
campesinado a una vida de miseria. Ahora bien, la actividad petrolera significará
en el aspecto social, la descomposición del campesinado, pues éste, en búsqueda
de mejores condiciones de vida, abandona el campo y se traslada a la ciudad en
donde se desarrolla la clase obrera y la urbanización; produciendo en los
trabajadores del campo un impacto considerable, ya que, aparte de adaptarse al
medio físico tuvo que cambiar de especialidad.
Los campesinos carentes de conocimientos y capacidad
suficiente para emprender una actividad industrial, se dedicaron a los
servicios domésticos, a vendedores ambulantes, artesanos y otros trabajos de
muy bajos ingresos, que no requerían ninguna especialidad. Fuera de estas
grandes ciudades como consecuencia del hacinamiento se van consolidando los
barrios construidos por dos elementos: la gran cantidad de ranchos, como
producto de la insuficiencia de las viviendas y marginalidad producto del
subempleo y desempleo, puesto que no todos tuvieron la suerte de conseguir un
empleo en una industria petrolera o en cualquier otra industria.
Podría decirse, que el empobrecimiento de gran parte
del poblamiento venezolano, se debe a la aparición del petróleo, a pesar de que
la producción agrícola y ganadera ya venía presentando una crisis. Sin embargo,
la mayoría de los venezolanos se dedicaban al cultivo de la tierra, pero con
las ganancias seguras que producía la actividad petrolera, el país no
diversificó la economía, que a la vez permitiera acumular un capital propio,
que nos hiciera menos dependientes de los vaivenes del mercado petrolero
internacional.
Más bien, el Estado creó miles de empresas estatales,
se concedieron créditos, que no se recuperaron y al no poder cancelarlos
estregaban las empresas como pago. Además aumentó por un lado la burocracia, la
cual alimentaba el clientelismo político, gremial y sindical. Las malas
administraciones provocaron al país un endeudamiento externo e interno en éstos
últimos años, que incluso han dado origen a la inflación, el desempleo y el
deterioro no sólo de los servicios públicos: escuelas, hospitales, carreteras,
etc., sino también de los salarios de los trabajadores, debido a su poco poder
adquisitivo, y por el otro con la formación de las ciudades urbanizadas, los
campos petroleros y el desarrollo del capitalismo, se forma la clase media, que
cada día se consolidaba y se extendía más e incluso individuos, de hogares
pobres encontraron a través de la educación y el empleo la posibilidad de
ascender de nivel social.
Para la primera mitad del siglo XX, la población rural
dominaba económicamente en todo el territorio venezolano, pero a partir de la
segunda mitad de este mismo siglo el dominio lo ejerce el poblamiento urbano.
La población seguía concentrándose por toda la franja
costera – montañosa, profundizándose mayormente en el centro – norte, noreste y
el noroeste, disminuyendo por lo tanto la población en la zona o región de los
Andes, y Guayana. Para 1926, había ciudades que contaban con más de 20.000
habitantes, y a medida que la industria petrolera, la de hierro, la siderúrgica
se desarrollara como la actividad más importante de Venezuela, iba aumentando
la población en los sitios más cercanos a estos campos, principalmente en los
campos petroleros del Estado Zulia.
Estos desplazamientos, llamados movimientos
migratorios internos, al producirse dentro del mismo país trajeron como
consecuencia:
a) Una tendencia urbanizadora de las ciudades:
La población urbana crece aceleradamente y sin
planificación alguna. Lo que se puede constatar en lo siguiente: en la década
de 1926-1936, la población urbana aumentó de un 15% a un 28,9%, a diferencia de
la población rural que bajó de un 85% a un 71%.
b) La marginalidad:
Las ciudades no estaban lo suficientemente dotadas de
servicios para atender el crecimiento de la población urbana tan rápido y
desordenado. Además muchos de la población rural no encontraran ocupación que
les proporcionara ingresos suficientes para ubicarse en las pocas viviendas,
recurrieron a la fabricación o alquiler de ranchos. De esta manera se produjo
un fenómeno social, característicos de los países subdesarrollados: la
marginalidad. Ésta tiene que ver con la falta de servicios mínimos para vivir
en condiciones aceptables: agua, luz, trasporte, salud, empleo y educación.
Todo este caos que comenzó con la aparición del petróleo ha ido complicando por
años el proceso de reordenamiento de la población hasta los momentos.
3.3.-
FORMAS
DE MIGRACIONES: TEMPORALES Y PERMANENTES.
Migraciones temporales.
Se organizan en periodos de distinta amplitud, pero
tienen la característica de que se retorna al lugar de origen. Estas inmigraciones
pueden darse dentro del propio país o fuera de él. Casi siempre la estadía del
extranjero en el país receptor es motivada a razones de carácter laboral o
académicas que al ser cumplidas vuelven a su lugar de origen.
Migraciones permanentes.
Alejándonos en el tiempo un ejemplo claro serían las
inmigraciones coloniales. El inmigrante se inserta en el país en el que llega
de una forma definitiva, bien llevando con él a su propia familia o formando
allí una nueva.
En la República Bolivariana de Venezuela existe una
ley de Extranjería y Migración Publicada en Gaceta Oficial Nº 37.944 de fecha
24 de Mayo del 2004 que tipifica y nos aclara mejor el concepto de las
Migraciones que en parte en su artículo 6 dice:
Los extranjeros y extranjeras, a los efectos del
ingreso y permanencia en el país, podrán ser admitidos en las categorías de no
emigrante, emigrante temporal y emigrante permanente.
1. Serán considerados no emigrantes, los extranjeros y
extranjeras que ingresen al país con el propósito de permanecer un tiempo
limitado de noventa días, sin ánimo de fijar en él su domicilio permanente ni
el de su familia y por lo tanto no podrán ejercer actividades que involucren
remuneración o lucro. Transcurrido este lapso, podrá ser prorrogado hasta por
noventa días más.
2. Serán considerados emigrantes temporales, los
extranjeros y extranjeras que ingresen al país con el ánimo de residir en él
temporalmente, mientras duren las actividades que dieron origen a su admisión.
3. Serán considerados emigrantes permanentes los extranjeros
y extranjeras que tengan la autorización para permanecer indefinidamente en el
territorio de la República.”
3.4.-
EMIGRACIONES
DE LOS VENEZOLANOS.
El año 1983 marcó un momento importante en la historia
de Venezuela, no sólo porque se comenzaron a vivir dificultades económicas tan
concretas como devaluación de la moneda, acrecentamiento de la deuda externa,
caída del precio del barril de petróleo y una inflación sin precedentes en el
país, sino también porque comenzó la preocupación por nuevos problemas, entre
ellos, la emigraciones de venezolanos y
con ello la fuga de talentos (Piñango, 1991).
La década de los 80 se puede ver como el punto de
inflexión que indicó un nuevo rumbo para Venezuela y señaló el principio de una
regresión en todos los ámbitos de la sociedad que deterioró progresivamente el
nivel y la calidad de vida de la población, pero que además marcó el tránsito
de un país receptor de inmigrantes a uno donde se inició la emigración. (Roche
y Freites, 1992).
El problema presentaba una multiplicidad de factores
que al combinarse demarcaron una situación delicada para el país. Las expectativas
de crecimiento de la sociedad venezolana en los 70 y principios de los 80
fueron desmesuradas; la economía artificial que se generó con los incrementos
sucesivos del precio del petróleo, que pasó de USA $ 3,71 por barril en 1973 a
casi USA $ 30 en 1981 elevó la renta del Estado y generó una situación de
bonanza que produjo falsas expectativas de desarrollo (Baptista, 1997). El
nuevo contexto resultante favoreció el retorno de un grupo importante de
inmigrantes a sus países de origen a mediados de los 80, proceso que ha
continuado hasta la actualidad e incluye a venezolanos que buscan mejores
condiciones de vida.
En esta nueva dimensión, una de las consecuencias
inmediatas del proceso socio-histórico de los últimos 20 años es la inusual
emigración de venezolanos al exterior, específicamente de profesionales que no
encontraron espacios de desempeño adecuado dentro de las fronteras del país al
deteriorarse el mercado laboral nacional. La emigración de científicos y
tecnólogos venezolanos, principalmente hacia los países desarrollados, comenzó
lenta pero progresivamente a partir de 1983, se hizo más evidente después del
estallido social de 1989 y se agudizó en la década de los 90. La ausencia de
políticas preventivas por parte de los organismos competentes permite
vislumbrar un panorama sombrío de cara al futuro inmediato si no se corrige
esta tendencia.
La explicación de esta emigración tiene varias
dimensiones y su tratamiento es complejo, dadas las condiciones generales del
país en los ámbitos socioeconómico, político y de carácter cultural que
repercuten directamente en el ámbito científico-tecnológico.
Para corregir la propensión la emigración de personal
calificado Estado venezolano, a través de sus instituciones, debe entender
primero este fenómeno y conocer la magnitud del mismo, para poder actuar en
consecuencia con estrategias, programas e instrumentos que tiendan a revertir
este proceso.
Un fenómeno nuevo se ha venido dando en los últimos
años y es el de la emigración de sectores de la burguesía venezolana a EE.UU. y
a Europa.
El Censo del año 2000 de Estados Unidos, indicaba que
el 0,03% de la población de este país es de origen venezolano. Oficialmente
había inscritos 91.328 venezolanos en el censo. La mayoría se establece en el
estado de Florida. Actualmente se calcula que hay unos 160.000 venezolanos de
forma ilegal en los EE.UU.
Debido a las limitaciones de la obtención de visado en
Norteamérica, los derechos de visado por el sistema de la lotería
("Diversity Immigrant Visa Program") es de unos doscientos de visados
al año, la burguesía venezolana viene optando por el sistema de la petición de
asilo para conseguir su residencia en los EE.UU., así se ha pasado de 47
peticiones de asilo en el año 2000 a 980 en el año 2007, pero el éxito de esta
estrategia también es limitado, pues en el periodo 2000-2007 sólo consiguieron
el estatuto de refugiado 567 personas.
3.5.-
EMBAJADAS
Y CONSULADOS.
Embajada.
Se define como embajada al cargo o funciones de un
embajador y a la residencia del mismo que goza de inmunidad ajena a la
extraterritorialidad. Forma parte el personal y empleados que integran la
representación diplomática de un país y que están a las órdenes de un
embajador.
Embajador.
Funcionario diplomático de la categoría superior para
el derecho internacional, que representa un país ante otro gobierno.
Funciones.
Las funciones de los agentes diplomáticos son
realmente políticas, aunque también se ocupan de la defensa y protección de sus
naciones. Son ellos los instrumentos de política internacional de su país; y,
por lo tanto, los que ayudan en el país donde están acreditados a la mejor
realización de sus funciones. Estas consisten en:
· Representar
al estado acreditante ante el estado receptor.
· Proteger
en el estado receptor los intereses del estado acreditante y los de sus
nacionales, dentro de los límites permitidos por el derecho internacional.
· Negociar
con el gobierno donde están acreditados.
· Enterarse,
por otros medios lícitos, de las condiciones y de la evolución de los
acontecimientos en el estado receptor e informar sobre ello al gobierno del
estado acreditante.
· Fomentar
las relaciones amistosas y desarrollar las relaciones económicas, culturales y
científicas entre el Estado acreditante y el estado receptor.
Consulado.
Su origen se encuentra en una institución griega
esencialmente hospitalaria (proxenia). Con el tiempo esta se fue haciendo
pública y ofreció a los extranjeros protección y seguridad para sus
transacciones comerciales. En roma se encargaba de proteger a los peregrinos.
Durante las épocas de las cruzadas se acredita la necesidad de establecer
representantes consulares para lograr un acercamiento entre el mundo oriental y
occidental. El 3 de junio de 1793 fue creado el gran consulado de caracas, a
semejanza de los que funcionaban en México y Lima. Era el tercero en América,
representaba la casa de contratación y tenia funciones de tribunal de comercio
y de junta protectora de la economía. Como tribunal debía decidir breve y
sumariamente los pleitos mercantiles que antes habían estado a cargo de la real
audiencia; y como junta de consulado, debía fomentar el comercio, la
agricultura, construcción de caminos, el mejoramiento de los puertos y la
navegación fluvial, procurando el adelantamiento de la agricultura, la mejora
en el cultivo de los frutos, la introducción de las maquinas y herramientas,
etc.
Cónsules.
Forman parte, junto con los funcionarios diplomáticos,
de los órganos exteriores de las relaciones internacionales de los estados. la
palabra cónsul viene del latín consulere, aconsejar, y son aquellos
funcionarios del servicio exterior que se ocupan principalmente de cuestiones
económicas, abarcando, según las leyes de cada país, atribuciones de carácter
privado, especialmente informativo, administrativo, aduanero, notarial, sanitario
y de asistencia y protección de las naciones.
Según las leyes venezolanas el servicio consular se
clasifica en:
·
Cónsul
general de primera.
·
Cónsul
general de segunda.
·
Cónsul
de primera.
·
Cónsul
de segunda.
·
Vicecónsul.
El nombramiento del funcionario consular se hace a
través de un documento que se conoce con el nombre de Letras Patentes. En este
documento, firmado por el Jefe de Estado y refrendado por el Ministro
respectivo, se hace mención del nombre, del titulo, del cargo y de la
jurisdicción consular.
Atribuciones de los cónsules.
Funciones relativas a los actos administrativos, tales
como:
Registros de nacionales, expedición y visados de
pasaporte, legalización de firmas; actos de registro civil, tales como
inscripción de recién nacidos de padres de su misma nacionalidad; actos
notariales, tales como el reconocimiento de documentos que haga entre
connacionales; actos judiciales, tales como la ejecución de comisiones
rogatorias, intervención en las demandas de extradición; actos relacionado con
la prestación del servicio militar, inscribiendo a sus connacionales que sean
aptos, tramitando tales inscripciones; actos relacionados con ciertos aspectos
de la vida civil, como el pago de pensiones y jubilaciones, etc.; y por ultimo,
actos relativos a la policía marítima, entre los que se pueden mencionar:
autorización de embarco y desembarco de pasajeros, registro de entrada y salida
de buques, etc.
La misión consular puede cesar por los siguientes
motivos:
·
Cesación
de las relaciones consulares manifestadas en este sentido por el Estado
acreditante.
·
Cancelación
de decisión de salida del cónsul por medida unilateral que toma el Estado de
residencia en atención a los motivos que tenga.
·
Temporalmente
puede haber cesación de la misión consular por causas no imputables al propio
cónsul tales como jubilación, destitución, fallecimiento o bien por una causa
propia, como la dimisión.
Venezuela por su ubicación geopolítica representa un
país de gran importancia desde varios aspectos: político, social, económico, y
comercial. Dicha importancia requiere que el sistema diplomático sea un punto
de gran cuidado dentro de la política exterior venezolana. Sin duda, la
Representación Venezolana en el exterior no es sino una forma más de lo que es
el ejercicio de la Soberanía o del Poder del Estado.
En este caso el poder es ejercido de forma un poco más
limitada puesto que en las Embajadas se halla la sede del poder venezolano en
países extranjeros, donde Venezuela tiene intereses de diversos tipos.
Todos los países cuyo sistema de gobierno es el
Democrático, aceptan en sus territorios la representación de países
extranjeros, este tipo de presencia es conocido normalmente como la
Representación Diplomática. Venezuela, como país con sistema democrático acoge
dentro de su territorio este tipo de institución propia del derecho
internacional y del derecho Canónico. La institución de la Diplomacia tiene una
serie de características propias que se estudiarán más adelante.
Venezuela por su posición privilegiada desde el punto
de vista geográfico es un importante puerto de comunicaciones, debido a su
condición de país caribeño, atlántico, amazónico y andino, es un puente entre
América del Sur y los demás continentes, por lo tanto el manejo de las
relaciones internacionales es un aspecto de mucha importancia dentro de las
políticas de Estado. Tal es la importancia de la Política Exterior que se puede
decir que es la reacción que el Estado da a los asuntos de orden interno y
externo.
La República Bolivariana de Venezuela en la Constitución
establece que las relaciones internacionales de la República siempre responden
a los fines del Estado y es una forma de ejercer la soberanía, y la rigen una
serie de principios entre los que están:
·
La
independencia.
·
Igualdad
entre los Estados.
·
La
solución pacifica de los conflictos internacionales.
·
La
cooperación.
·
El
respeto a los Derechos Humanos, entre otros.
La Política Exterior de la República Bolivariana de
Venezuela es dirigida por el Presidente de la República según mandato directo
de la Constitución, establecido en el Titulo V, Capitulo II, Sección III,
artículo 236, numeral 4º de la Constitución Nacional; de esa forma el
Presidente es uno de los órganos
decidores y ejecutores de la Política Exterior, pero no es el único puesto que
la Asamblea Nacional también es un órgano designado por la Constitución para
decidir y ejecutar en materia de Política exterior.
BIBLIOGRAFÍA
Ø Bidegain G., Gabriel (1986). Inmigrantes: ¿Mito o
Realidad? IIES-UCAB, Caracas.
Ø Bidegain G., Gabriel y Adela Pellegrino (1985).
Estimación del saldo migratorio externo de Venezuela (1971-1981). IIES-UCAB.
Caracas.
Ø Bolívar Ch., Miguel (1990). Problemas actuales de la
población venezolana. I Jornadas de Estudios Geográficos Iberoamericanos.
Ø Izard. Miguel (1970). Series estadísticas para la
historia de Venezuela: Universidad de los Andes. Mérida.
Ø Torrealba, Ricardo (1988). "Tendencias recientes
de la migración internacional hacia Venezuela: resultados de una encuesta
nacional de migración", en: Estudios migratorios latinoamericanos
Ø Izard. Miguel (1970). Series estadísticas para la
historia de Venezuela: Universidad de los Andes. Mérida.
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